El Ayuntamiento de Calahorra obligado a presentar un plan económico financiero para sanear sus cuentas

  • El Ayuntamiento planifica aumentar en 3,2 millones lo que ingresa en impuestos en Calahorra para ajustar sus cuentas.
  • La deuda del Ayuntamiento aumentará un 211%, hasta superar los 5 millones de euros, en dos años.
  • En el ecuador de su mandato, Arcéiz y Nafría hacen fracasar la estabilidad presupuestaria del Ayuntamiento de Calahorra.

Calahorra, 15 de abril de 2025. Por primera vez en la historia, el Ayuntamiento de Calahorra presenta una situación económica eminentemente negativa que obligará a la alcaldesa, Mónica Arcéiz, y a su concejal de Hacienda, Mario Nafría a presentar un plan de ajuste económico financiero, que se ejecutará durante este año y el año próximo, para estabilizar las cuentas municipales. 

La legislación impide gastar más de lo que se ingresa. Si el Ayuntamiento incumple algunas de las reglas fiscales durante un año se ha de presentar un plan en el que se detallen qué ajustes se van a realizar para volver a la estabilidad presupuestaria que todos los ayuntamientos han de cumplir. Un plan que deberá ser aprobado en el próximo pleno.

Este es el resultado de los dos primeros años de gestión de Arcéiz al frente del Ayuntamiento. 

El PP de Arcéiz llegó a la alcaldía de Calahorra a lomos del discurso quejica de la herencia recibida. Una herencia con un remanente de 10 millones de euros, 8 millones de euros de ingresos por Fondos Europeos, una deuda en mínimos históricos, y un Ayuntamiento a pleno rendimiento que cumplía las reglas fiscales y tenía numerosos proyectos de ciudad disponibles para llevarlos a cabo. 

Sin embargo, casi dos años después de la llegada de Arcéiz al Ayuntamiento de Calahorra, el PP no solo ha devuelto a la ciudad a la parálisis que caracteriza sus gobiernos, sino que ha llevado a Calahorra a una situación inédita, teniendo que aprobar un plan económico financiero a ejecutar durante dos años, lo que irremediablemente limitará la capacidad del Ayuntamiento para proveer de más y mejores servicios a la ciudadanía. 

Esta situación se explica únicamente por las decisiones de la alcaldesa de Calahorra: el uso indiscriminado del remanente de tesorería para cubrir el gasto corriente, la decisión de renunciar a cerca de 4 millones de euros de fondos europeos para realizar proyectos y, sobre todo, al empecinamiento en proyectos caros, inversiones insostenibles y que no aportan nada al crecimiento futuro de la ciudad. 

En el plan económico financiero se resaltan algunas acciones como la compra del convento del Carmen, por un importe de 1.200.000 euros, o la realización de un alquiler a largo plazo de unas oficinas con un coste de cerca de 600.000 euros. 

Pero cabe recordar que el equipo de Arcéiz sigue empecinado en realizar proyectos tan mastodónticos como improductivos, como la reforma de la plaza de toros, con un presupuesto previsto de 4 millones de euros, o como la ampliación del aparcamiento de la Catedral, cuyas fases implican un gasto municipal también cercano a otros 4 millones de euros. 

El Plan de Ajuste Económico Financiero del Ayuntamiento de Calahorra se aplicará durante dos años. Dos años en los que el equipo de Arcéiz incrementará la deuda municipal a un ritmo galopante y peligroso, desde los 1.635.433,70 euros hasta los 5.082.431,10 euros. Es decir, la deuda se incrementa un 211 %. 

Al finalizar el año 2026, cada vecino de Calahorra pagará 203 euros en deuda municipal del Ayuntamiento, cuando la tendencia con el gobierno anterior era a la rebaja de la deuda, que había descendido hasta los 65 euros por habitante.  

Pero además de incrementar la deuda, Arcéiz y su concejal de hacienda planifican aumentar en 3,2 millones lo que ingresan en impuestos en Calahorra para ajustar sus cuentas. Es decir, más deuda y también más impuestos.

Mónica Arcéiz y sus concejales entraron en el Ayuntamiento de Calahorra como elefantes en cacharrería, alardeando de capacidad de gestión y de profesionalidad, tildando a gobiernos anteriores de ineficaces e insolventes. Sin embargo, no llevan ni dos años en el gobierno y ya han demostrado ser capaces de dejar el Ayuntamiento paralizado, arruinado y sin capacidad de maniobra para hacer crecer a la ciudad, dotar de mejores servicios a la ciudadanía y prever inversiones productivas. 

La Formación Profesional continúa parada; se han perdido 20,5 millones de euros para atraer empresas al suelo industrial y que fuera tan barato como en Navarra o País Vasco; no se ha urbanizado una sola calle en estos dos años; el gasto en festejos y eventos se ha disparado nuevamente; el gasto corriente está desbocado, sin que ello haya producido una mejora significativa del mantenimiento de la ciudad. 

La ciudadanía de Calahorra se merece un gobierno eficaz, preocupado de lo importante, con capacidad de planificación y ejecución de proyectos que hagan crecer a Calahorra, incrementar su valor añadido y su prestigio. 

Ello implica necesariamente un cambio de gobierno futuro, pues en apenas dos años, Arcéiz y sus concejales están amortizados, incluso siendo el gobierno más caro de la democracia en Calahorra, con cargos de confianza que supondrán un coste a las arcas públicas de 800.000 euros en toda la legislatura. Calahorra no puede soportar sobre sus espaldas durante mucho más tiempo esta situación.

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