El Partido Popular quiere seguir permitiendo que haya ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda; que unos cumplan las normas y otros se las salten
Esta mañana, a las ocho, se ha celebrado un pleno extraordinario para debatir sobre la gestión de la Junta de Gobierno en la concesión de licencias de vado a instancia del Partido Socialista y ante la repetida negativa a dar explicaciones del PP.
El Grupo Socialista detectó, tras examinar medio centenar de expedientes de concesión de vados, la existencia de irregualidades en muchos de ellos. A consecuencia de estos descubrimientos remitimos un informe a alcaldía del que no hemos obtenido ninguna respuesta.
El Partido Popular se ha negado a dar explicaciones en las comisiones informativas; el Partido Popular se ha negado a dar explicaciones en el pleno ordinario de febrero y el Partido Popular sigue en la negación, por lo que tampoco en el pleno extraordinario ha sido capaz de dar ninguna explicación más allá de negar las irregularidades y manifestar que ahora esos expedientes se tramitan electrónicamente.
El alcalde, entre cuyas obligaciones está hacer cumplir las ordenanzas, se niega a cumplir con su cometido.
Tanto el Partido Socialista como el resto de grupos políticos de la oposición han pedido al PP que tome medidas y solucione los problemas detectados puesto que supone un diferente trato entre los ciudadanos de Calahorra.
Una discriminación en la aplicación de la ordenanza que afecta al día a día de los ciudadanos de Calahorra que disponen de garajes.
El portavoz de la Junta de Gobierno, García Rivero, en un discurso vacío de explicaciones, se ha limitado a negar los hechos, pese a que los expedientes son claros.
Por último, es destacable la esquizofrénica posición del Partido Popular que, a la vez acusa al PSOE de judicializar la política, ahora nos pide que llevemos este asunto al juzgado en lugar de ofrecer una solución política.
El Partido Popular tiene que aprender a gobernar sin mayoría absoluta. Ha de ser consciente de que tiene que rendir cuentas, que ya no pueden hacer y deshacer a su antojo en esta ciudad y si no, deben dimitir de sus responsabilidades.