En 2003 el IRVI, justo antes de unas elecciones, anunciaba la construcción de 22 viviendas de protección oficial en la casa de las Medranas. Han pasado 3 legislaturas desde entonces y estas viviendas aún no se han construido.
En la actualidad, el PP ha decidido construir 19 viviendas y destinarlas para alquiler social protegido. Recientemente, el IRVI iniciaba los trámites para licitar su edificación con un presupuesto de 1.274.000€. Esto implica que, a precio de coste, se pueden vender en régimen de protección oficial a un precio de entre 50.000€ y 60.000€
El PSOE siempre se ha mostrado favorable a la construcción de viviendas de protección oficial en este solar, con el objetivo de atraer a familias jóvenes a vivir en el casco antiguo de Calahorra como forma de revitalizar la zona.
El PP ha decidido cambiar el proyecto previsto y, en lugar de destinarlas a la venta a precios asequibles, ha optado por alquileres sociales protegidos para familias con muy pocos recursos.
La experiencia de otras ciudades en la construcción de agrupaciones de viviendas destinadas a familias sin recursos demuestra que terminan siendo focos de marginalidad y conflictividad. Es decir, en lugar de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que no pueden acceder a una vivienda digna, se concentran las situaciones pobreza y la falta de oportunidades sociales cronificando los problemas de estas familias. Las viviendas de las Medranas se van a destinar a familias que ingresen como máximo 600€ al mes.
La localidad de Berriozar es un ejemplo cercano en donde se construyó un bloque de 96 viviendas para alquiler social. En 2014 hubo 125 intervenciones de la policía en ese bloque. Este es un ejemplo del nivel de conflictividad que puede generar agrupar este tipo de alquileres.
El PSOE propone destinar estas viviendas a su venta para jóvenes, tal y como llevamos años reclamando. De manera similar a las viviendas construidas durante el gobierno socialista de Calahorra en la zona de las calles San Blas y Eras. Un grupo de viviendas vendidas a precio de coste y que han dado vida a esa zona del casco antiguo. Este es el modelo que queremos para el solar de las medranas.
En cuanto a las familias de Calahorra que tienen recursos limitados y que necesitan alquileres sociales, planteamos dos propuestas. En primer lugar, destinar a este fin las viviendas de propiedad municipal que el ayuntamiento tiene diseminadas por Calahorra y que se encuentran vacías en este momento. Pisos que, con una pequeña reforma, podían destinarse perfectamente al alquiler social protegido pero sin que se de una concentración de viviendas protegidas. De otra manera, tal y como se está realizando en otros municipios, se debe alcanzar acuerdos para que los pisos propiedad de entidades bancarias se puedan destinar a alquiler social.
Trabajar por el caso antiguo no es hacer obras innecesarias como la plaza del Raso o concentrar los problemas en su interior, como pretender hacer con las Medranas. Trabajar por el caso antiguo es planificar a largo plazo con un proyecto serio que de soluciones a los problemas que tiene el barrio.
La situación del casco antiguo y los problemas de las familias que necesitan una vivienda en Calahorra han de tener solución. Pretender aprovechar la casa de las Medranas para solucionar los dos problemas es un error.
El solar de las Medranas ha de servir para que las familias jóvenes vuelvan a vivir al casco antiguo. Por otro lado, los problemas de viviendas de aquellas familias que no pueden acceder a una vivienda digna han de ser ayudados por el Ayuntamiento de Calahorra poniendo a su disposición las viviendas vacías que en la actualidad son de propiedad municipal y se encuentran vacías, sin concentrar esta población en el casco antiguo lo que dificultaría su inclusión y ascenso social.