- Pese a que supuestamente el radar falló el 2 de junio, el Ayuntamiento de Calahorra no solicitó ningún informe técnico a la empresa responsable del manejo de los aparatos hasta finales de octubre, cuando ya el escándalo estaba en los medios de comunicación.
- Se demuestra por tanto que la actuación fue irregular y que hubo trato de favor. También que el único informe técnico sobre aquel presunto fallo es extemporáneo y se ha encargado en el evidente interés de justificar, tanto la actuación del Ayuntamiento como de la propia alcaldesa.

Calahorra, 1 de diciembre de 2025. 5 meses ha tardado el servicio de Gestión de Multas del Ayuntamiento de Calahorra en disponer de un informe técnico, con el que respaldar un presunto fallo del radar, sucedido el 2 de junio de 2025, fecha en la que el radar colocado frente al colegio Aurelio Prudencio fotografió a la alcaldesa de Calahorra circulando a 53 Km/h en un tramo limitado a 30.
Un informe encargado con la única intención de justificar la condonación de una multa por exceso de velocidad a la propia alcaldesa. Una decisión, (la de quitarse la multa y devolverle el importe pagado), que se adoptó el pasado 22 de agosto mediante una resolución de alcaldía, pese a que no existía informe técnico alguno, que acreditase que el radar había fallado.
El Grupo Municipal Socialista ha comprobado que el único informe existente está fechado el 3 de noviembre de 2025, redactado por la empresa concesionaria del servicio de mantenimiento de los radares. Un informe póstumo, que hace referencia a «evidencias generadas» por el radar en esa y otras fechas, pero que no fueron verificadas ni contrastadas hasta el mes de noviembre.Por otra parte, el único informe del inspector jefe de la Policía Local de Calahorra, que consta en el expediente sobre esta cuestión, está fechado el 6 de noviembre, es decir, varios meses después de que se firmase la resolución de policía ordenando quitar la multa a la alcaldesa.
Las fechas de ambos documentos (el de la empresa y el del inspector jefe de policía) dejan al descubierto el verdadero motivo de que Arceiz tardase tanto en poner a disposición del PSOE unos informes técnicos pedidos desde el pasado 14 de octubre, los cuales debían justificar la resolución de alcaldía, quitándose la multa.La explicación de esta demora es sencilla; no los podía facilitar porque no existía ningún informe técnico que mostrar, acreditando el fallo en el radar.
La ausencia de informes hasta noviembre, evidencia que alguien en el Ayuntamiento tomó la decisión de perdonar la multa a la alcaldesa, sin ningún tipo de respaldo técnico que justificara dicha decisión, y sin la certificación legal de que el aparato fallara realmente ese día.
Tras estallar el escándalo fue cuando se vieron obligados a encargar un informe técnico, cinco meses después. Lo hicieron para intentar tapar todo este escándalo, así como la chapucera gestión por parte del Ayuntamiento.
Los únicos documentos vinculados al mantenimiento de los radares de los que se dispone en el Ayuntamiento de Calahorra, son los correspondientes a las verificaciones periódicas, a las que obliga la ley, que tienen validez anual, y que se realizan de forma rutinaria cada 12 meses. Revisiones de radares y cabinas que no hacen referencia a fallos ni errores, sino simplemente a puesta a punto y calibrado de los equipos.
En el último pleno, celebrado el pasado 24 de noviembre, Arceiz llevó cuatro nuevas resoluciones ante el pleno, para revertir otras cuatro multas a ciudadanos anónimos, denunciados el mismo día que ella y que las habían pagado. Eso sí, lo hizo con tres meses de retraso con respecto a sí misma, y obligada por un escándalo de trato de favor, del que todavía tiene muchas explicaciones que dar.