- Solicitamos la dimisión de Luis Martínez-Portillo, que ha admitido públicamente la veracidad de la denuncia presentada por Chelo Fernández.
- El alcalde de Calahorra, como estrategia de defensa, al verse denunciado por amenazas y coacción, ha decido ahora denunciar a Chelo Fernández.
- Nos alegramos de tener la oportunidad de demostrar, sin género de duda, que las acusaciones del PP son falsas y tenían como único objetivo amedrentar a los concejales del PSOE para impedir que hagan oposición.
- Lo que existe son pruebas de amenazas y coacción realizadas por Luis Martínez-Portillo.
Un alcalde que admite públicamente que, al ser conocedor de un supuesto delito —según su versión—, prefiere usarlo para coaccionar a la oposición, no puede seguir siendo alcalde.
Ayer, Luis Martínez-Portillo y María José Torrecilla (concejala de Servicios Sociales) comparecían en rueda de prensa para admitir públicamente que habían amenazado a Chelo Fernández con una supuesta denuncia —que demostraremos que es falsa— para lograr que dimitiera o para que convenciera al resto de sus compañeros concejales del PSOE para que no realicen la constante labor de oposición en el Ayuntamiento de Calahorra.
Hoy, Luis Martínez-Portillo, meses después de tener conocimiento de un supuesto delito grave —según él mismo dice—, se ha decidido a ir al juzgado como parte de una estrategia de defensa.
Ni existe delito, ni ha habido ninguna suplantación de identidad, ni se ha revelado ningún secreto, y así se demostrará si el juzgado admite a trámite la denuncia.
Lo único cierto de todos estos hechos es que Luis Martínez -Portillo tendrá que ir a declarar al cuartel de la Guardia Civil a responder por sus reconocidas amenazas y coacciones.
Fabricar un supuesto delito y pretender guardárselo a cambio de lograr controlar a la oposición no es de ser buena persona, es hacer de la bajeza la protagonista de su política.