Sólo en el coste de la contratación de dos proyectos han costado 43.197€, dinero suficiente para contratar a un técnico durante todo un año.
De las redacciones de proyectos adjudicadas a dedo por urbanismo hay casos que sorprenden al tratarse de trabajos que años antes no habían necesitado contratación externa de ningún proyecto para realizarse.
En relación a la reparación de caminos rurales, se da la circunstancia de que en 2013 no fue necesario contratar a ningún técnico externo para la realización del proyecto. Un proyecto que este año nos ha costado 21.659€ mientras que el año pasado fueron los propios servicios municipales los que redactaron los pliegos técnicos que definían la obra. La prisa no puede ser el argumento puesto que la reparación de caminos rurales es un trabajo que se ha de hacer cada año.
¿Por qué en 2014 hemos tenido que pagar 21.659€ por algo que el año pasado hizo un técnico municipal?
También es llamativa la diferencia entre la contratación de la reparación del firme de Bebricio que se está realizando ahora mismo y la reparación del firme de Numancia, Gallarza y Bebricio que se realizó en 2013.
En ambos casos la obra ha consistido en la eliminación del asfaltado antiguo mediante un fresado y la colocación de asfalto nuevo en las calles afectadas.
El mismo trabajo que en 2013 no necesitó contratar externamente la redacción del proyecto, ya que el trabajo quedó definido por un pliego redactado por un técnico municipal, este año hemos contratado a una empresa externa, a dedo, para que redacte el proyecto por el que hemos pagado 21.583€
Sólo en el coste de la contratación de estos dos proyectos hemos pagado 43.197€, dinero suficiente para contratar a un técnico municipal durante todo un año.
Tal vez se pueda achacar estas contrataciones a la prisa del seños Alcalde para disponer de un buen número de obras que inaugurar antes de las próximas elecciones, sin embargo, hay algo más.
En ambos casos, la reparación del firme de varias calles y la reparación de caminos rurales se ha dado un cambio. Si en 2014 se ha encargado de estas obras la concejala de urbanismo, Rosa Ortega, el año pasado estuvieron a cargo de la concejala de obras y servicios, Lucía Herce.
Es evidente que el cambio de concejalía ha supuesto un cambio de criterio que ha supuesto un gasto de 43.197€ que en 2013 no le pareció necesario gastar a la señora Herce quien encargó los proyectos a los técnicos municipales.
Se da la circunstancia de que estos dos proyectos, cuya redacción ha sido contratada a dedo (sin pedir más que un presupuesto) y que nos han costado prácticamente el tope legal para contratar a dedo se han encargado a la misma empresa.
Una empresa a la que en 2014 desde el área de urbanismo se le ha contratado la redacción de tres proyectos, todos contratados a dedo y todos por un importe cercano al tope legal.
– Proyecto de reaparición del firme de Bebricio: 21.538€
– Proyecto de reparación de caminos rurales: 21.659€
– Proyecto de ampliación del camino del Polideportivo: 21.175€
En total: 64.372€
Tendrá que explicar la concejala de urbanismo por qué externaliza la redacción de estos proyectos (que años anteriores realizaban los técnicos municipales) y por qué se adjudican a la misma empresa siempre a dedo.
La prisa, única explicación dada hasta ahora, no puede explicar que gastemos casi 65.000€ a dedo. La comparación entre 2013 y 2014 dejan claro cómo las decisiones sobre el modelo de gestión afectan a las arcas municipales y al uso que se hace del dinero de los ciudadanos
Por último y en relación a la respuesta ofrecida por la concejala de Urbanismo sobre el ahorro obtenido en la contratación de obras no hace otra cosa que darnos la razón. Cuando estamos ante contratos mayores, que la ley obliga a licitar y por tanto a que exista una libre concurrencia entre empresas se obtienen importantes ahorros.
Ahorro que la concejala de Urbanismo no considera oportuno obtener cuando se trata de la redacción de determinados proyectos, que favorecen a esta empresa y que su propia compañera de partido consideraba innecesario externalizar encargándoselos a los servicios técnicos municipales.
La concejala de Urbanismo debería reflexionar sobre su criterio gestor y trata de priorizar los intereses de la ciudad antes que los de su partido.