- Tras las graves declaraciones del concejal de Izquierda Unida efectuadas ayer en el salón de plenos y en las redes sociales, el Partido Socialista insta a Oscar Moreno a que retire sus injustas acusaciones contra la arquitecta municipal, y explique a la ciudadanía cuál es su papel en este asunto. Tendrá que explicar si está en el Ayuntamiento representando a los ciudadanos o es el agente delegado de empresas privadas.
Calahorra, 11 de noviembre de 2025. El pleno celebrado ayer de manera extraordinaria para imponer una sanción a la empresa organizadora del festival Holika, ante el riesgo de caducidad del expediente tras un año de tramitación, terminó siendo un verdadero esperpento que ejemplifica a la claridad cómo actúa el gobierno de Mónica Arceiz y su equipo con el apoyo fiel e indispensable de Oscar Moreno, concejal de IU.
Óscar Moreno, tratando de proteger al concejal de urbanismo y a la alcaldesa de Calahorra, está tratando de culpar a los técnicos municipales de la decisión de destruir un soto de ribera.
Sin embargo del expediente se desprende que tanto Antonio Mazo, en representación del Ayuntamiento, como Óscar Moreno, que lejos de representar el interés general dice haber obrado como representante de la empresa Burcor, decidieron arrasar un espacio natural para ampliar el espacio destinado a los festivales Holika y Gran Reserva
Para el Partido Socialista, las manifestaciones realizadas por el concejal de Izquierda Unida, ayer en sus redes sociales, al respecto de responsabilizar a la arquitecta municipal de dar una autorización vulnerando la ley, resultan intolerables y podrían ser incluso delictivas, puesto que atribuyen de facto la comisión de un presunto delito de prevaricación a un funcionario público sin tener ninguna prueba al respecto, y eso es lo que precisamente hace el señor Oscar Moreno en sus declaraciones. Acusa a una funcionaria pública de dar una autorización verbal para que se realicen unas obras fuera de la ley.
Y es todavía más censurable esta conducta, cuando el propio señor Moreno conoce perfectamente que dentro del expediente se citan correos electrónicos que demuestran que la arquitecta municipal advirtió por escrito de que para realizar cualquier tipo de obra, se necesitaba solicitar autorizaciones y permisos a diferentes administraciones. Por lo tanto, las acusaciones del concejal de Izquierda Unida contra la arquitecta municipal son falsas de toda falsedad.
Igualmente es falsa la manifestación vertida por el señor Óscar Moreno en referencia a que la arquitecta municipal fue promocionada durante la etapa de gobierno del Partido Socialista. Esto es mentira, ya que cuando el Partido Socialista llega al Ayuntamiento de Calahorra esta persona ya ocupaba el mismo puesto que siguió ocupando cuando se marchó el Partido Socialista de la alcaldía. No hubo promoción ni ascenso ninguno. Por lo tanto, es falso y una calumnia .
Lo que tendría que explicar el señor Moreno es qué pinta representando y defendiendo los intereses comerciales de empresas privadas, en asuntos municipales en los que tiene que ejercer su derecho de voto como concejal. Resulta preocupante que un concejal, un representante de los ciudadanos, asista a actos administrativos de su propio Ayuntamiento en representación de empresas privadas, y eso es precisamente lo que ayer él mismo confesó en sus redes sociales.
La ansiedad del Sr. Moreno por apropiarse de la celebración del festival Holika le está llevando a perder la cordura y el sentido común. Quienes consiguieron para Calahorra la celebración del festival fueron la entonces alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, y sus concejales en el equipo de gobierno. Y esta situación todavía no ha sido aceptada ni asumida por el concejal de IU que con sus declaraciones pretende enfrentar al PSOE con la empresa BURCOR, de manera desesperada.
Asimismo, es intolerable el comportamiento demostrado por el concejal de urbanismo del Partido Popular, el señor Antonio Mazo, que con una desvergüenza desconocida, parece ser que ha sufrido un episodio de amnesia que le ha hecho olvidar todo lo que ha sucedido en la reuniones que él mismo ha presidido sobre este asunto. Y no se trata de un tema menor, ya que según se hizo público ayer en el salón de plenos, se le está imponiendo una sanción a una empresa, pese a existir serias dudas sobre si la destrucción del Soto fue autorizada de manera verbal por el propio equipo de gobierno.
Este no deja de ser otro episodio más en el largo rosario de escándalos y chapuzas administrativas, que está protagonizando el equipo de gobierno que preside Mónica Arceiz.
Ante la inaudita pretensión de Mazo y Moreno de participar en el debate y votación tras haber sido testigos en el procedimiento sancionador, el pleno tendrá que volver a celebrarse antes del 15 de noviembre para evitar la caducidad del expediente.