- Calahorra sufre la epidemia de desidia y falta de mantenimiento del Partido Popular.
Calahorra, 17 de mayo de 2025. Calahorra está llena de suciedad y de malas hierbas por todas partes. No hay prácticamente una calle o una esquina donde no crezcan multitud de hierbajos y matojos, algunos de ellos de más de un metro de altura, que provocan una sensación de suciedad y abandono
La falta de mantenimiento en la ciudad de Calaorra es una constante desde que el PP volvió a la alcaldía, y Arcéiz se muestra incapaz de atender las prioridades del día a día de la ciudad, más allá de haber convertido al Ayuntamiento de Calahorra en una agencia de eventos.
Cabe destacar que, pese a que se ha duplicado el coste del servicio de limpieza, ello no está acarreando una mayor limpieza de la ciudad. Un contrato de limpieza que el propio Partido Popular dejó ya diezmado y condenado durante más de 10 años y que, pese a su renovación, no ha impedido que la sensación de decadencia y descuido se haya extendido por la mayor parte de las calles de Calahorra.
Resulta irónico que mientras la ciudad sufre esta invasión de matojos, los lugares destinados a vegetación, como son jardineras y alcorques, se mantienen vacíos o, como en el caso de la calle Grande, llenos de plantas silvestres en los pocos gramos de tierra que les quedan.
Una sensación de suciedad y falta de cuidado especialmente relevante en el momento del año que acabamos de atravesar: Semana Santa y Jornadas Gastronómicas de la Verdura, que son el momento de mayor llegada de turistas a nuestra ciudad.
La falta de mantenimiento, una constante del gobierno de Arcéiz.
Esta proliferación de matojos y malas hierbas se une al abandono del polígono “El Recuenco”, donde se volvieron a producir robos de material eléctrico recientemente.
Y es que, la falta de mantenimiento y de atención al día a día de la ciudad es una constante en el gobierno de Mónica Arcéiz, como lo demuestra el abandono del área recreativa del perdiguero, el estado de los caminos del Parque del Cidacos, el estado de los bancos de la plaza del Raso, que continuan completamente descolocados.
