El Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Calahorra lamenta que las mociones presentadas por la oposición para el próximo pleno tengan como único objetivo la demagogia y la utilización partidista de la preocupación de determinados sectores.
Lo único que denotan las mociones presentadas por los grupos de la oposición es que carecen de una idea de ciudad alternativa a la del Equipo de Gobierno, y que su única apuesta es que todo vaya lo peor posible para poder sacar tajada política de la legítima preocupación de las familias y trabajadores de algunos sectores económicos afectados negativamente por la pandemia.
Llama poderosamente la atención, además, su incapacidad para presentar mociones siguiendo el procedimiento establecido. Especialmente chocante en el PP, que tras 24 años en el poder ha presentado tres mociones y solo se han podido introducir en el orden del día aquellas que estaban copiadas de las proposiciones presentadas en el Parlamento de La Rioja. Parece mentira que no se hayan enterado todavía de cómo funciona un pleno.
Tanto el PP como Ciudadanos y VOX presentan sendas mociones destinadas a enfrentar a la ciudadanía con el Gobierno municipal, utilizando a los sectores afectados o los impuestos y tasas municipales como arma arrojadiza y elemento negativo a la par que exigen un mayor gasto público.
Solicitar medidas de disminución de los ingresos y elevación del gasto público no son medidas coherentes, ni con el necesario equilibrio presupuestario ni con la supuesta ideología liberal que profesan.
Medidas prácticamente sin alcance económico real para la ciudadanía pero que privarían al Ayuntamiento de Calahorra de su capacidad inversora, que paralizarían la economía municipal en buena medida y que llevarían a un menor consumo en los sectores más afectados por la pandemia.
Llama poderosamente la atención que el Partido Popular pida informes contrastados para adoptar medidas de cierre de sectores económicos, precisamente la semana en la que se está demostrando la efectividad de las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno de La Rioja y por los Gobiernos de todas las Comunidades Autónomas, muchas de ellas gobernadas por el propio Partido Popular, a excepción de Madrid.
Presentar este tipo de mociones a sabiendas de la existencia de un Plan de actuación mediante indicadores perfectamente objetivos; o a sabiendas del estado todavía preocupante de la presión hospitalaria denota su incapacidad de ver más allá de su deseo de que todo vaya mal para sacar tajada política. En la primera ola solo se preocupan de saber cuántos muertos había que contar y ahora parece que se les ha olvidado que todavía demasiadas personas siguen falleciendo de COVID. Es evidente que nos son capaces de plantear un proyecto de ciudad.
El PP presenta igualmente otra moción para declarar como actividad esencial el deporte, una medida ya aprobada ayer mismo por el Congreso de los Diputados gracias a una enmienda introducida por el PSOE y que simplemente esperamos que sea retirada en el pleno del lunes.
Y finalmente, el PP presentará por urgencia una moción para “bonificar los impuestos a sectores perjudicados por la pandemia” que no pudo ser incluida por tener defectos de forma y de fondo. Unas bonificaciones planteadas que, tal y como el propio PP debería conocer no pueden adoptarse sin cambiar antes las Ordenanzas Fiscales, cumpliendo además uno de los requisitos legales de tramitación para ello, que es disponer de informes técnicos y económicos que, entre otras cuestiones, cuantifiquen el impacto económico de estas medidas.
Un impacto económico que desde el Grupo Municipal Socialista estimamos como muy pobre para ciudadanos y empresas afectadas, pero que reducirían las posibilidades del Ayuntamiento de realizar inversiones importantes que generan empleo y consumo en los sectores más perjudicados.
Por poner algunos ejemplos, el Impuesto sobre Actividades Económicas ya se encuentra exento hasta 1 millón de Euros de Base Imponible para el 90 % de los contribuyentes calagurritanos.
La rebaja propuesta del IBI con carácter general para toda la ciudadanía, tendría un impacto en las arcas municipales de 2,2 millones, hipotecando el futuro de la ciudad y tan solo tendría un impacto medio por habitante de 87 Euros.
Que una empresa pague 87 Euros menos de impuestos al año no es evidentemente significativo para su economía; pero que el Ayuntamiento no ingrese 2,2 millones de euros supone perder por completo la capacidad de inversión. Inversiones que suponen un importante impulso económico y que dan trabajo a muchas empresas que se dedican a la contratación de obras públicas. Demagogia pura y dura con terribles consecuencias para la ciudad.
El único objetivo de la oposición es paralizar la evidente dinámica de trabajo de este equipo de gobierno que tiene muy claro que ahora es el momento de incentivar la economía mediante la ejecución del presupuesto. Un equipo de gobierno que también tiene muy claro que la inactividad y la parálisis municipal serian un lastre para la ciudad y que ahora más que nunca el Ayuntamiento ha de volcarse en ejecutar e impulsar el dinamismo perdido a nuestra ciudad.
Calahorra ya conoce el modelo del PP y de su socio Ciudadanos y la situación de estancamiento que trajo a Calahorra y lo que necesita ahora es dinamismo y trabajo intenso; y para eso los impuestos y la redistribución que suponen es una de las herramientas más importantes de las que disponemos. Por eso su empeño, pleno tras pleno, sin ser capaces de dar ninguna otra propuesta, de que se limiten los ingresos municipales para torpedear el dinamismo de este equipo de gobierno.
Si la oposición quiere ser de verdad útil a Calahorra, debería dejar de empeñarse, mes tras mes, en que se rebaje el IBI y empezar a trabajar un poco y llevar a los plenos propuestas que nos ayuden a transformar y a dinamizar la ciudad.