La normativa sobre niveles de ruido y horarios de cierre de los bares de copas de Calahorra la aprobó el Partido Popular, y sigue como ellos mismos la dejaron

El estado de nerviosismo, y la desesperación del Partido Popular, ante su próxima derrota electoral, les coloca en una posición grotesca. Su candidata Mónica Arcéiz es incapaz de organizar una actividad en la campaña, sin trufarla de odio, inquina e imprudencia. 

Después de estar 24 años, gobernando, sin ser capaz de poner en marcha desde sus áreas de responsabilidad ninguna actividad para los jóvenes, no se le ocurre otra cosa que a una semana de las elecciones, organizar un concierto contra el Ayuntamiento de Calahorra y a favor de algunos de los empresarios que infringen las leyes de forma recurrente, y que son los máximos responsables ,con su conducta ilegal, de  perjudicar seriamente la salud de varios cientos de vecinos, colindantes a sus negocios.  

Ese es el modelo al que nos quiere regresar el PP de Calahorra. Pegarse 24 años, sin hacer nada por el ocio, cerrar la ronda de bares del casco antiguo, cerrar todas las discotecas de la ciudad, para luego aliarse con quienes incumplen la ley en la intención engañar a algún incauto para que les vote.   

 Pero lo más asombroso de esto es que la normativa sobre horarios de cierre, así como sobre niveles máximos de ruido no ha cambiado. Sigue siendo exactamente la misma que el propio Partido Popular puso en marcha en su etapa de Gobierno. Por lo que queda en evidencia el nivel de cinismo e irresponsabilidad de la Sra. Arcéiz. 

Los empresarios que apoyan al Partido Popular en el intento de incumplir la ley, propietarios de establecimientos, como el Pub Menta, Pub Teorema, o Pub CUE, acumulan ya entre las tres 69 mediciones positivas en las diferentes frecuencias.  Mediciones realizadas por la policía local siempre a requerimiento de vecinos del entorno de estos establecimientos, que altas horas de la madrugada no podían conciliar el sueño, simplemente porque los propietarios de estos establecimientos se niegan a poner la música más baja, y atener correctamente instalados los reguladores del volumen de sonido. Vamos, traducido al castellano, por qué no les da la gana. 

Y ahora, estos propietarios de los bares mencionados entran en campaña electoral con el apoyo manifiesto del Partido Popular a sus ilegalidades, y creen que van a poder chantajear al Ayuntamiento de Calahorra e impedir que la policía local actúe cuando les denuncian los vecinos. 

Están en esta creencia, gracias a que el Partido Popular de Calahorra y Mónica Arcéiz les promete que, si consigue ser alcaldesa, piensa prevaricar impidiendo que la policía actúe y que las leyes se cumplan. Es decir, que la conducta del Partido Popular es irresponsable y desesperada. 

El modelo de ciudad que nos promete Mónica Arcéiz es un lugar en el que la gente no puede dormir, porque no existen leyes ni normas, y a los propietarios de estos tres pubs se les permite hacer lo que les dé la gana, sin respetar los horarios, que marca la ley, ni los límites de sonido que también recoge la propia ley. 

El que quiera vivir en una ciudad sin normas y sin ley, ya sabe a quién tiene que votar. 

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