- Los presupuestos municipales para 2019 no contarán con el voto favorable del PSOE puesto que no cambian el modelo de gestión de la ciudad.
- Perpetúan los peores vicios de la mayoría absoluta: record en festejos, nula inversión en futuro y no priorizan las necesidades de mantenimiento y limpieza de la ciudad.
- Solo contemplan proyectos que este equipo de gobierno no tendrá oportunidad de sacar adelante.
Con un gobierno competente, los presupuestos de 2019 tendrían que suponer la guinda de una legislatura y, sin embargo, Luis Martínez-Portillo y su equipo pretenden hacernos pensar que, tras 23 años gobernando Calahorra, es ahora, con estas cuentas, cuando están sentando las bases para su desarrollo.
El presupuesto municipal recoge un sinfín de propuestas, la mayoría de ellas tienen que ver con arreglar o reparar aquello que han dejado que se degenere. Es el caso de las pistas de atletismo, la Cuesta de la Curruca, la calle Portillo de la Plaza, el yacimiento de “La Clínica”o la calle Arrabal.
Sin embargo, el Partido Popular se caracteriza por presupuestar un año tras otro las mismas cosas que luego no hace. La ejecución de inversiones de 2017 fue de un ridículo 22 % y a 7 de enero, la de 2018 apenas alcanza el 44 %. Llevamos un lustro hablando de proyectos como el Muro de San Francisco, Las Cloacas, Las Medranas, del Plan de Accesibilidad, el comedor social, el Fondo Bella, o de la Casa Carramiñana…, y ninguno de ellos ha visto la luz todavía.
Eso sí, el gasto en festejos no ha dejado de crecer durante toda la legislatura. De los 380.379,00 € de 2015 hemos pasado a un nuevo record en 2019, pues el gasto se eleva a 613.030,00 €. Nunca antes un alcalde había destinado tanto dinero en fiestas. Con esta nueva subida, se gasta más dinero en festejos que en el contrato de limpieza (554.000 €). Este dato certifica la vacuidad del proyecto del PP y de Portillo, más preocupado en los eventos, las fotos y los fuegos de artificio que en hacer de Calahorra una ciudad más digna y con futuro.
Encontramos importantes deficiencias en este presupuesto y que motivan nuestro voto en contra. Por ejemplo, pese a estar aprobada y publicada en el BOE, el PP no recoge la partida de 21.000 euros destinada a los Ayuntamientos para políticas de lucha contra la violencia de género.
El consenso vendido por el PP también es el artífice de que la Casa Carramiñana se haya convertido en un pozo sin fondo y un verdadero quebradero de cabeza. Un proyecto Frankenstein con sobrecostes (167.342,87 €, solo en contratos de obra, de los 140.000 previstos) y que no va a poder ponerse en uso puesto que faltan partidas para dotarla de material y acondicionarla para que realmente pueda ser utilizada.
Un ejemplo que puede trasladarse a otros proyectos previstos como en de la «Casa del Dean» o la «Casa del Cochero», en los que se pretende redactar un proyecto sin definir previamente a qué se quieren destinar.
Anuncios a medias y proyectos vacíos que suponen subsanaciones continúas a lo largo de los años y desembolsos de dinero público. Otro ejemplo de ello es la Zona de Esparcimiento Canino, que año tras año aparece en el presupuesto, esta vez para su iluminación (19.000 €). Un proyecto que empezó con una partida de 10.000 euros pero que ya acumula partidas por valor de 39.000 €.
El presupuesto deja fuera totalmente todos los proyectos de EDUSI destinados a la inclusividad y la integración social y se dedica exclusivamente a proyectos urbanísticos. El PP se olvida de ellos con el beneplácito absoluto del resto de grupos municipales que le dan apoyo.
Lamentamos, además, que el PP haya decidido no reunirse este año con el Partido Socialista. El PP ha demostrado que prefiere reunirse con quienes, a cambio de unas pequeñas partidas, se abstienen en el presupuesto y le sostienen en el poder, que con el PSOE, cuyas iniciativas y propuestas supondrían un verdadero cambio en el modelo de gestión y el rumbo de la ciudad. A pesar de ello, tal y como ha ocurrido en otras ocasiones, el equipo de Portillo acaba por ejecutar o plantear las iniciativas socialistas. Las Piscinas Municipales o la Plaza de la Verdura son solo dos ejemplos. Y también es el caso de los proyectos de la Calle Eras, la urbanización de la calle Velázquez, la Plaza de la Constitución.
Votar este presupuesto a favor sería premiar la falta de trabajo de equipo de gobierno. Sería dar patente de corso a los retrasos, los incumplimientos y las mentiras con las que el PP y Luis Martínez-Portillo gobiernan Calahorra.
El PSOE apuesta por otro modelo de gestión, con planes plurianuales dedicados a una gestión eficaz y al mantenimiento diario de la ciudad. Acompañados de la apuesta por proyectos de futuro para Calahorra (Estación Intermodal; Centro de FP Integrado en el sector Bellavista; Pabellón Multiusos; Asentamiento de población joven en el casco antiguo; etc) que hagan pasar página de estos años de decadencia del PP en Calahorra.
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