- El PP y solo el PP es responsable del retraso en la tramitación de las cuentas municipales por tercer año consecutivo.
- La Ley Reguladora de las Haciendas Locales establece que se debe presentar un borrador antes del 15 de octubre.
- Necesitamos un presupuesto con la mira puesta en el largo plazo que devuelva el dinamismo y la ilusión a una ciudad que se resiente de la política de fachada y postureo del PP.
Nos adentramos ya en diciembre y el Equipo de Gobierno no ha remitido a los grupos un borrador del Presupuesto General Municipal para el ejercicio de 2018. Con este ya son tres los años en los que la tramitación del presupuesto empieza con un retraso excesivo que tiene, a nuestro juicio, dos motivos.
El primero, la falta de programa y de rumbo económico a largo plazo de la ciudad de Calahorra por parte del Equipo de Gobierno. Algo evidente a tenor de las ejecuciones presupuestarias de estos años, en las que el capítulo de inversiones queda ejecutado en menos de un 30%.
En segundo lugar, un chantaje con los tiempos. Se presentan a última hora y, con la excusa de la necesidad de una rápida tramitación, no se deja espacio ni tiempo suficiente a una negociación seria y fructífera con los grupos de la oposición que de lugar a un presupuesto en condiciones, que recoja las necesidades más prioritarias de Calahorra.
La ley establece un plazo para el borrador
El artículo 168.4 de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales establece que «Sobre la base de los presupuestos y estados de previsión a que se refieren los apartados anteriores, el presidente de la entidad formará el presupuesto general y lo remitirá, informado por la Intervención y con los anexos y documentación complementaria detallados en el apartado 1 del artículo 166 y en el presente artículo, al Pleno de la corporación antes del día 15 de octubre para su aprobación, enmienda o devolución».
Por lo tanto, es competencia y obligación del Alcalde la presentación al Pleno del presupuesto antes del 15 de octubre con toda una serie de requisitos (informes y anexos). Por tercer año consecutivo este artículo de la Ley se ha vuelto a incumplir, lo que supone una falta de respeto a la ley, a los grupos de la oposición y, sobre todo, a los ciudadanos de Calahorra que se merecen un equipo de gobierno capaz de tener una previsión de ingresos, gastos e inversiones que se puedan ejecutar en 12 meses y no en 9.
Por otra parte, es evidente que el grupo municipal de Ciudadanos tiene en su haber un esbozo o borrador del presupuesto, o por lo menos es conocedor de los planes de Portillo sobre la materia.
Así como en anteriores plenos (octubre y septiembre) el portavoz de Ciudadanos hacía sendos anuncios de partidas presupuestarias que se iban a incluir en los nuevos presupuestos, dando por hecho su aceptación por el equipo de gobierno; en el pleno de ayer el portavoz de ciudadanos tuvo un lapsus cuando, durante el debate de su moción sobre la atención a la dislexia y ante la apreciación de la portavoz del PSOE, Elisa Garrido, sobre que su moción podría tener cabida en los futuros presupuestos, Jiménez digo que “ya estamos en ello”. Aunque posteriormente rectificó, resulta poco creíble tras los anuncios realizados en los últimos meses.
Es curioso que el partido Ciudadanos, que llegó a la política municipal con la promesa de dinamizar los plenos y el debate público de Calahorra, y que en su momento solicitó la negociación y reunión conjunta de todos los grupos acerca de los presupuestos, haya preferido tan rápido adaptarse hacia el ocultismo, la negociación parcial y el mercadeo de enmiendas que prefiere el PP para que no se haga nada que escape a la parálisis a la que tienen sumida a la ciudad de Calahorra.
En cualquier caso, el PSOE ya ha expresado con claridad y públicamente las prioridades de nuestro grupo que pasan por dar respuesta a los principales retos de Calahorra y dar solución a problemas a los que el PP lleva años dando la espalda con la política del avestruz. Escondiendo la cabeza y haciendo como que no existen.
Necesitamos un presupuesto con la mira puesta en el largo plazo que devuelva el dinamismo y la ilusión a una ciudad que se resiente de la política de fachada y postureo del PP.
La pérdida de población, la falta de opciones para nuestros jóvenes, el estado ruinoso de varias calles de la ciudad y el declive económico son nuestros mayores retos. Ya vale de gastar en frivolidad. Ha llegado el momento de devolver la ilusión, las ganas y de mostrar empuje con un presupuesto realista que se centre en lo importante en lugar de lo superfluo.
Desde septiembre el Ayuntamiento debería estar inmerso en el debate y planificación del presupuesto para 2018. A las puertas de diciembre el alcalde ni siquiera ha presentado un borrador preliminar mientras otros Ayuntamientos ya los están aprobando ¿A qué espera? ¿Para cuando dispondremos de un presupuesto para 2018?